lunes, 21 de abril de 2008

NOSOTROS Y LOS MIEDOS DE LA VIOLENCIA ESCOLAR

La violencia atravesando los distintos planos de la vida escolar no es un problema nuevo para los docentes.Esa preocupación ha quedado largamente reflejada en este turbulento contexto social en el cual docentes, alumnos y padres ponen de manifiesto su inquietud por como abordar las situaciones violenta en la escuela.
Se hace necesario tomar el tema luego de 25 años de mi labor como docente, ya que surge como un emergente que atraviesa a toda la institución, desde los vínculos hasta las relaciones sociales de los barrios que forman parte de la geografía en la institución escolar.Sería importante tener en cuenta cuando una situación violenta es patológica y cuando se trata de una interacción que puede generarla, de manera de poder realizar una tarea preventiva en el rol docente, con redes vínculares ,articuladas por una comunicación fluida. Podriamos representar el espacio escolar como ubicado en una imaginaria ''línea de fuego'" por la que cruzan, en distintas direcciones múltiples violencias que aquejan al conjunto de la sociedad.Violencia cotidiana, como efecto del sistema socio-económico y del sistema político-social Negando reclamos legitimos, violentación por parte de los dispositivos burocráticos y formalistas de la institución educativa, sobre docentes y alumnos, frustrando de manera sistemática la situación de aprendizaje.
La violencia y la agresión se estimulan en lugares rígidos, que no se pueden modificar , en donde el chico choca contra normas, choca contra las paredes, choca contra otro chico, choca contra el maestro y los maestros chocan entre si para mantener el trabajo, mantener a los alumnos dentro de la escuela.Los docentes no trabajamos con cosas, establecemos una relación vincular con los alumnos.Si no existe esa relación no hay proceso de enseñanza -aprendizaje. En algunos casos el chico expresa el conflicto mediante la palabra, pero en otros casos no lo manifiesta o nolo hace con palabras sino con acciones negativas para el resto de la gente. Este conflicto impacta sobre el proceso de enseñanza aprendizaje, pero también sobre la salud del docente. En muchos casos éstos con discursos y actitudes muestran una forma de actuar, muy similar al sector dominante. Dicho docente al tener que personificar la ley, la regla la norma aún en contra de su parecer, tiene que estar representando todo eso.Y justamente eso los coloca en un lugar incómodo donde recibe hostilidad.
Desde la perspectiva de opiniones podemos agregar al P.Social A.Moffat también marca la incidencia de una formación inadecuada;'"El docente está formado para una realidad donde la escuela existía como espacio donde alguien venía deseoso de aprender los símbolos.Esa formación no ha sido cambiada, no le ha enseñado karate psicológico como para poder manejar esto que hoy pasa. Llegan desarmados a la escuela como los chicos fueron a las Malvinas.Iban al frío a pelear con borceguíes de cartón.
Los maestros actuales están e una situación asi. Formados con unas normativas operacionales de hace 30-40 años donde las blancas palomitas, llamadas por una campanita, entraban a la escuela para recibir el amor de la maestra. Bueno, hoy las palomitas están todas revolcadas, sin plumas, a la campana se la afanaron, y la maestra está con los pelos parados, desesperada. Creo que hay que ser medio héroe para ser maestro en este momento"'.-
Violencia escolar es el nuevo nombre que le dimos a la vieja indisciplina, pero ahora se trata de una indisciplina exagerada , ilimitada, agresiva. A pesar de todo muchas escuelas públicas y privadas logran controlar la violencia sin recurrir al derecho penal sino por medio de la educación.Es la única salida; permitir que los docentes utilicen sus herramientas pedagógicas e institucionales para desarrollar con libertad sus capacidades educativas y que vuelvan a poner a la escuela en función de los intereses y expectativas de logros de toda la comunidad educativa.
Tal vez la pregunta que aquí surge es como hablar de la convivencia cuando lo que predomina es la violencia.En los últimos tiempos parece que es éste un flagelo que crece en el interior de las instituciones, en las familias, en la calles.Sin pretender abarcar la totalidad de un hecho complejo, resulta importante marcar que lo llamados "hechos de violencia" en Escuelas esconden muchas veces la falta de acuerdos para la convivencia, el predominio de una organización vertical, piramidal e inconsulta y el encerramiento,material y relacional que se pone en evidencia.Una posibilidad de transformar a la escuela en un ámbito de convivencia, creatividad y producción es un consenso con los profesionales de la educación, la institución, la familia y la sociedad en su conjunto, para lograr un cambio de calidad en forma complementaria, asociando las interacciones de la vida cotidiana, para lograr seres libres en un sistema de convivencia que signifique valorar lo personal y lo social.
Agosto de 2003 - Gerardo Vidal
Profesor de Grabado, Psicólogo Social, Psicodramatista, Director de Teatro.

(Extracto de NOSOTROS Y LOS MIEDOS DE LA VIOLENCIA ESCOLAR, publicado en la Biblioteca virtual de Insercion -http://www.insercion.com.ar/)

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